Lo malo de todo esto es que a medida que te ibas acercando al centro te ibas viendo borrachos de toda guisa y compostura: tirados en el césped, haciendo el canelo en medio de la calle, sentados en corro en el centro de la plaza, incluso vi uno sentado cual pajarillo embolao durmiendo en una cornisa...no digo más...esto es lo malo de las fiestas, pero vamos que pasa en tos laos....
Ellos super contentos, el mocosete iba señalando a to kiski (sí, ya sabe señalar o en su caso decir que tiene un año, hace el mismo gesto para las dos cosas jajajaj) y el padre lo tenía en brazos, claro, to las muchachas lo miraban "aayy mira que graciosssooo"... ocasión que aprovecha pa acercarse a las susodichas con la excusa del nene, no sabe ná.....pero por allí rondo yo con la mano rápida para las collejas invisibles (las doy ya tan rapido que ni las vé venir).
Hacia las siete y media así las abuelas se llevaron a los nenes a casa, se montaron en el bus las dos y nosotros en la parada despidiéndonos como si se fueran a hacer la mili....y allí nos quedamos los papis...¡¡¡¡libertad¡¡¡¡bien¡¡¡ Nos sentíamos super raros, cuando no están los niños parece que nos falte algún brazo o pierna, nos falta algo...pero bueno, vamos a disfrutar un poco no? ea¡¡ una vez las abuelas nos llaman para decirnos que han llegao bien (ya ves, viaje en bus de 5 minutos jajaja) y nos quedamos tranquilos, nos dimos nuestras vueltecillas y fuimos a ver a los compañeros allí, tos tajaos.
Jajaja me encanta cuando una va fresca y ves a la gente borracha pero que se ponen a hablar contigo haciendo un esfuerzo para que no se les note, y claro, eso no se puede disimular, y no puedo evitar el reirme pues ves esos ojos idos, esa boca torcida, esas palabras con pronunciación extraña...vamos que me lo estaba pasando pipa jajajaja
Después fuimos a cenar un Kebab que hacía tiempo que no comía y a ver los fuegos artificiales a las once. Una preciosidad, no sabía que existían tantas clases de fuegos, una que es de pueblo vamo...jajaja
Para casita ya que son las once y media de la noche y una servidora es la única gilipollas que trabaja en Pamplona (jefe, me vengaré,mmmuaajaaaajaaa) y nos fuimos a cojer el bus, pero al llegar a la parada ¡¡dios esto que es¡¡ Cola kilométrica y que casualidad todos vamos a cojer el mismo número, perooo tanta gente vive en mi barriada leñe¡¡ me empezó a faltar el aire al montarme pues aquello era una lata de sardinas bicolor¡¡cuando vinieron las dos rotondas pertinentes creía que el autobus iba a volcar, que barbaridad¡¡ Bueno, en fin, llegamos sanos y salvos, a las doce en casita que me tengo que levantar a las siete, ya te digo...la única gilipollas....eso pasa por tener un jefe que no es de Pamplona....
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