martes, 23 de agosto de 2011

Primer día de playa

Antes de nada dar las gracias a mi primera seguidora, ¡¡me hace tanta ilu¡¡MUCHAS GRACIAS MAMA ENCANTADA¡¡
Acto seguido, y si no se me derriten las neuronas en esta oficina sin aire acondicionado (maremia, que mal estoy pasando estas calores, menos mal que aquí duran poco que si no me da un patatus) me encantaría relataros el primer día de playa del chiquitín.
Yo confieso que soy contradictoria pero lo de mi nene no tiene explicación. Ahí iba yo to emocioná después de quererlo llevar a la playa durante tanto tiempo y cuando llegamos empieza el tío a llorar y no se calló hasta que llegó a casa de vuelta. Sí,así es, nada más intentarlo sentar empezó a pegar chillíos y no paró, fijate si lloró que no te exagero que cuando llegó a casa se bañó, cenó y del tirón a la cama hasta el día siguiente a las 10.
No había forma de llevarlo a la orilla, se te agarraba a la espalda y al cuello cual garrapata que te hincaba hasta las uñas, cuando veía las olas venir de lejos se ponía a cantar por bulerías y a temblar con los puños cerrados y claro toa la playita entera mirándonos como diciendo: ay que ver pobrecito lo que le están haciendo...
Sólo bajó el volumen del graznido (porque callarse como que no se callaba) cuando lo acercamos al típico charquito que están todos los niños jugando, ahí creo que como veía a los chiquillos pues se calmaba un poquito pero que va, todo el tiempo con el niño a cuestas. Uf qué descansé cuando nos íbamos pues quien conozca al nene sabrá el torrentazo de voz que tiene y lo exageradísimo que es cuando llora.
Al siguiente intento yo me puse a temblar pero aquí lloró menos, lo que hice fue no quitarle los zapatitos y dejarlo en la toalla, él solito iba investigando y por fin cogió la arena y se puso a jugar con ella, pero cuando intentabamos llevarlo a la orilla más de lo mismo.
Al tercer intento ya más o menos fue parecido pero fuimos más insistentes en la orillita, pero se ve que le da miedo ver las olas venir así que el padre lo cogió lo llevó un poco más adentro en brazos y lo fue bañando hasta que el tío se ponía a reirse a carcajadas, vamos un placer verlo así después de todo el sufrimiento.
Ya las siguientes veces ni miedo ni ná de ná, revolcao en la arena como una croquetilla y en el agua riéndose y cuando lo quieres sacar se tira para delante como si quisiera tirarse al agua y se pone a protestar jajajaja ¡¡quién lo viera el primer día¡¡ supongo que todo es cuestión de paciencia.
Ains que pena que tenga que esperar un año para volver a llevarlo...

No hay comentarios:

Publicar un comentario